
Viajar a 300.000 kilómetros por segundo. Sería una maravilla poder desplazarse a esa velocidad para llegar a nuestro trabajo, colegio o a cualquier lugar que queramos ir. La vida se nos haría mucho más fácil y técnicamente nos sobraría mucho tiempo libre. Pero lamentablemente, ningún objeto que posea masa, puede moverse a esta velocidad.
La luz en el espacio (en el vacío) se mueve de una forma constante y por esta razón es que llega a alcanzar estas velocidades tan impresionantes. A diferencia de otros medios, como pueden serlo por ejemplo, el aire, la tierra o el agua. Donde generalmente encuentra muchos obstáculos y puede frenarse.